La Fotografía Publicitaria de Producto es iluminación y creatividad. Si para fabricar un jarrón es necesaria la arcilla; para pintar un cuadro, la pintura o para esculpir una escultura, la piedra; en Fotografía Publicitaria de Producto y Bodegón, para crear la imagen es la luz y su aplicación creativa. Esto es lo que define a un fotógrafo profesional en Madrid excelente como un excelente fotógrafo de producto.
Un fotógrafo profesional de producto consigue atraer la atención del usuario y convertirlo en un potencial comprador. En el comercio electrónico es muy importante contar con unas buenas fotografías de producto publicitarias, ya que animará al usuario a realizar o no la compra.
Las fotografías de alta calidad venden más que unas de baja calidad. En un e-commerce, la fotografía de producto es fundamental para que los clientes compren los artículos, puesto que podemos mejorar la experiencia del usuario.
En una tienda online no se puede tocar los objetos y hay que suplir esas carencias mediante una buena fotografía de producto. Efectuando varias fotografías desde diferentes ángulos conseguimos mejorar la experiencia de compra, pudiendo traducir esto en ventas. Este tipo de fotografías da a conocer el producto, haciendo que el cliente se sienta seguro a la hora de tomar la decisión de compra.
Además, con el auge del e-commerce ha crecido la competencia y resulta vital contratar un fotógrafo profesional de producto.
A continuación puedes ver algunas de las fotografías de producto que he realizado a lo largo de mi carrera.
La fotografía de producto forma parte de la fotografía publicitaria, ya que tiene como objetivo mostrar un determinado producto de la manera más atractiva posible con el fin último de venderlo. La fotografía de producto puede ir desde ropa, accesorios, joyas, perfumes hasta cualquier objeto que se quiera vender.
Además, este tipo de disciplina se utiliza tanto para catálogos como para webs de tiendas online.
Contacta conmigo y detalla todo lo que puedas sobre los productos, la empresa y el objetivo a seguir. Tras ello, gestionaremos el mejor método para recibir o recoger los productos.
Las fotografías de los productos se llevan a cabo en función de como lo hayamos definido en común previamente. Te enviaremos una muestra para tu visto bueno y tras ello, procederemos con el retoque fotográfico digital.
Tratamos las fotografías y las ajustamos para que se visualicen bien en la web, en tu tienda online, o en catálogos, tanto en formato JPG como TIFF con la máxima calidad.
Es uno de los factores más importantes en la decisión de compra. Las fotografías ejercen una influencia inmediata a nivel emocional.
Mejora la imagen de tu empresa y la percepción de calidad de los productos gracias a la fotografía de producto.
Llama la atención de los usuarios de tu web o catálogos con fotografías de producto que reflejen la esencia del mismo. Deben ver el producto como si lo tuvieran en sus propias manos.
La fotografía de producto es algo que vemos a diario en múltiples formas, tanto digital como físicamente. Y es que en este último caso tenemos varios tipos de fotografía de producto: vallas publicitarias, catálogos o marquesinas, entre otras variantes. Todas ellas pretenden dar a conocer el producto al público, al igual que ocurre con la fotografía de interiores y de publicidad.
Entendemos convencional respecto a la fotografía, sea para e-commerce o no. Lo cierto es que aunque la base sea la misma, hay diferencias notables a tener en cuenta. Y es que para el e-commerce el objetivo es optimizar las imágenes. El tiempo de carga es vital no solo para los clientes, sino también para nuestro posicionamiento.
Fuera del e-commerce, la resolución es lo que nos importa. Tanto es así que podemos encontrarnos distintos tamaños, como ya comentamos antes, por lo que es crucial disponer de la máxima resolución posible en este tipo de fotografía de producto. Por lo general, estos tienen suficiente fuerza por ellos mismos para ser fotografiados solos.
Hay ocasiones en lo que buscamos es resaltar el aspecto de la prenda una vez puesta. Para ello, necesitamos modelos. Esto permite que el posible cliente se haga una idea de la prenda en su cuerpo. El resultado: aumentamos la posibilidad de conversión.
Pese a que este tipo de fotografía de producto es más propio fuera del e-commerce, lo cierto es que cada vez gana mayor relevancia para aumentar el número de ventas. Eso sí, rara vez lo encontraremos presente en trabajos de otros sectores, como entre los fotógrafos de arquitectura y de interiores.
Se trata de un tipo de fotografía de producto que gira en torno a la publicidad alternativa a la anterior. Lo que se busca es rebajar el tiempo y el costo de un modelo. Es decir, prescindir de la iluminación pertinente, el maquillaje y demás gastos. De esta forma, tomaremos un maniquí para realizar las fotografías y luego lo eliminaremos en producción. Por supuesto, no dejaremos de contar con un fotógrafo profesional.
Este proceso es cierto que es algo costoso, tanto en tiempo y dinero, pero nos ahorramos los gastos ya indicados. Por supuesto, podremos acelerar la producción si contamos con una correcta iluminación de fotografía y un buen uso de colores.
Técnica característica de esta rama, a diferencia de la fotografía profesional de interiores.
Elaborar la fotografía de producto a la hora de confeccionar un catálogo o para despertar el interés de los internautas es una de las ramas más importantes en la fotografía profesional de cara a la transacción final.
Un buen fotógrafo de producto tiene que tener en cuenta, de cara a ejecutar la mejor foto de producto, la iluminación, el ángulo y el contexto: fondo neutro o con modelos, son esenciales para un resultado perfecto. Ahora bien, hay una serie de consideraciones técnicas a tener en cuenta para que cada toma sea un éxito.
Un fondo blanco, arena o gris claro contribuye a resaltar las características del producto. Para ello se puede utilizar una caja de luz, recurrir a cartulinas o a un reflector para generar el ambiente.
La iluminación es fundamental, y no dejar partes en penumbra o irregularmente iluminadas. Una buena iluminación hará que el producto adquiera una imagen consistente y apetecible para el consumidor.
Este debe encontrarse en buen estado, sin presentar defectos, suciedad o cualquier otra irregularidad. Solo así será posible sacar el máximo partido a su imagen.
Únicamente la utilización de un trípode regulable permite fotografiar de manera precisa y desde diferentes ángulos. Evita el movimiento y los desenfoques involuntarios, además de captar la luz del entorno de manera más precisa.
El modo automático es recomendable en casos muy excepcionales y ante la necesidad de un ajuste rápido por una imposibilidad de realizarlo manualmente.
De hecho, solamente de manera manual es posible ajustar la intensidad de la luz, la apertura del diafragma o cuidar el encuadre y la composición; además del balance de blancos.
A veces no basta solamente con apuntar y disparar, sino que hay que buscar con creatividad enfoques diferentes, ángulos impensables o planes imposibles con rebotes de luz únicos para alcanzar el resultado óptimo y perfecto.
Por supuesto, no podía falta la edición de la imagen una vez tomada. Ya que es casi imposible conseguir un notable producto final a partir de una fotografía mediocre; es posible llegar al resultado contrario.
Es por ello que a partir de una buena fotografía profesional basta ligeros retoques para resaltar sus bondades y limar sus defectos.